Dando información complementaria al post diré que las centrales hidroeléctricas de más de 10.000 KW de potencia instalada son las que tienen unos fuertes impactos ambientales y, además tienen periodos de recuperación normalmente superiores a 2 años, ya que su recuperación está relacionada con ciclos más largos del clima, por lo que no se consideran energías renovables.
Además de los impactos ambientales que mencionaré a continuación, el problema de las grandes centrales eléctricas es que los pantanos, que permiten su explotación, tienden a colmatarse por los aportes de tierra de los muchos ríos, con la consiguiente pérdida de capacidad y disminución en muchos casos de la fertilidad del suelo aguas abajo.
Ambos problemas son de muy difícil solución.
Ahora bien, los principales impactos ambientales de estas centrales afectan a la atmósfera, al suelo, al agua, a la fauna y flora sobre el patrimonio.
De uno a uno y de forma breve se puede decir que el impacto ambiental sobre la atmósfera es debido a las grandes acumulaciones de agua en los pantanos, estas acumulaciones producen elevadas evaporaciones, que provoca el aumento de la humedad ambiente y por tanto, un cambio en las condiciones climáticas de los ecosistemas.
Tienen un impacto ambiental en el suelo porque los pantanos cubren de agua tierras fértiles y zonas de alto valor ecológico, así como riberas de los ríos, donde se acumulan una gran variedad de especies animales y vegetales, que cumplen un papel fundamental en el equilibrio ecológico.
Los pantanos, al acabar con las riberas de los ríos, eliminan una serie de corredores naturales por los que se desplazan determinadas especies.
Sobre el agua porque la evaporación del agua, ya mencionada, produce una disminución de la cantidad de agua dulce disponible, lo que reduce la cantidad real disponible de este recurso, cada vez más escaso.
Además, la acumulación de materia orgánica procedente de vertidos residuales aguas arriba y los vertidos de las industrias, junto con el desarrollo de ciertos tipos de algas en estas condiciones, provocan una disminución de la calidad de las aguas embalsadas.
Como ya se he mencionado antes, los grandes embalses afectan gravemente a la vegetación y la fauna de la zona, sobre todo la fluvial, para la cual las grandes presas se convierten en obstáculos insalvables para su circulación.
Lo que provoca la aparición de enfermedades y deformaciones endémicas en las poblaciones, así como la destrucción de las zonas de puesta tradicionales de muchas especies, como por ejemplo el salmón.
Por último, otro impacto ambiental ocasionado por estas centrales hidráulicas es en el patrimonio y es que, en muchos casos la construcción de grandes embalses supone la inundación de pueblos y el desplazamiento de poblaciones.
Un ejemplo es la presa de las Tres Gargantas en China, que ha supuesto el desplazamiento de 2 millones de personas.
Otro ejemplo es la presa de Assuán en Egipto que significó la destrucción de una enorme cantidad de restos arqueológicos de valor incalculable.
Espero que vuestras dudas hayan sido resueltas y vuestra curiosidad saciada.
Muchas gracias por leer mi blog y que paséis un buen fin de semana.
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