Los siniestros forestales
representan un impacto negativo que afecta a todos los componentes del
ecosistema, tanto a las comunidades de seres vivos como fauna, vegetación,
microorganismos, etc. como al medio físico, es decir, el suelo, el agua,
atmósfera y microclima.
Este impacto o efecto es
directamente proporcional a los factores conocidos como la intensidad de los
incendios y la frecuencia de los mismos, su amplitud, y por supuesto la estación
del año en la que se producen los incendios.
Efectos de los incendios
sobre la vegetación
La intensidad de los
fuegos, así como la frecuencia de estos, aceleran los procesos destructivos e
impiden que el ecosistema alcance etapas de mayor madurez que facilitaría su
regeneración e incrementaría su resistencia a dicho impacto.
En España no existe una
distribución uniforme de los incendios pero en las áreas más castigadas
encontramos montes que arden cada pocos años.
Por ejemplo, en el
trabajo de Pereiras y Puentes (1987) se estudió los incendios producidos
durante un periodo de 11 años y se comprobó que existen montes que durante esos
11 años sufrieron repetidos incendios, superándose la superficie total quemada
y que llegó a duplicar la superficie total del monte.
En la mayoría de las
provincias del norte de España es común observar una rápida regeneración de los
montes incendiados (salvo cuando se trata de incendios tipo GIF), debido a que
los incendios se producen mayoritariamente sobre comunidades de matorral
reforestado.
Estas comunidades se
forman como respuesta a múltiples perturbaciones (incendios, pastoreo y
labranza) y están constituidas por especies que muestran una buena resistencia
al fuego.
Este hecho puede hacer
pensar que los incendios carecen de impacto negativo sobre la vegetación pero
si esta perturbación se repite continuamente, sin duda terminará desplazando y
al mismo tiempo eliminando especies menos resistentes al fuego.
En el sur del país el
clima más seco no permite una regeneración de la cubierta vegetal con la misma
rapidez.
Además, es muy común
también que algunos pinos de cierta edad, después de un incendio, produzcan una
buena germinación de éstos recolonizándose de nuevo en el monte.
El paso del incendio
supone la destrucción de toda la cubierta vegetal de un monte, sin embargo, si
se visita la misma zona unos pocos meses después de ser quemada, se observa que
está empezando a emerger la vegetación (según la sucesión secundaria). Algunos
musgos reverdecen, aparecen pequeñas plántulas germinadas con los pocos
nutrientes del suelo y en los troncos calcinados asoman los primeros rebrotes.
Las estrategias de estas
plantas para emerger y regenerarse se deben a sus estructuras subterráneas que,
dado el poder amortiguador de las temperaturas que tiene el suelo, hacen que
sean inalteradas.
Efectos de los incendios
sobre la fauna
El incendio tiene un
primer impacto negativo sobre la fauna debido a la mortandad directa que
ocasiona, bien por ser quemada o bien por asfixia.
Esta mortandad va a
depender de la movilidad de los individuos. Así especies que se desplazan
fácilmente, como las aves o grandes mamíferos, pueden huir de las llamas más
fácilmente (aunque no siempre es así) que los pequeños mamíferos y reptiles.
También ciertas
características del comportamiento como la de crear galerías bajo tierra y
rocas pueden facilitar la supervivencia al fuego.
El incendio produce un
segundo efecto sobre la fauna que es la destrucción de recursos y hábitat, el
que hace que muchas de las especies que resistieron el paso del fuego no puedan
vivir en las áreas quemadas por falta de alimento o porque el hábitat que
necesitan para vivir (árboles, matorral y restos de vegetales en el suelo) fue
destruido.
Esto se traduce como en
una reducción de la supervivencia posterior al incendio o en la emigración cara
a zonas no quemadas.
Por otro lado, el propio
incendio también genera nuevos recursos como son; árboles quemados, el
incremento de hierbas en los primeros estadios de la regeneración, la
generación de leña y espacios abiertos que facilitan la captura de alimento, el
que puede resultar beneficioso para algunas especies.
Para esto, lo mejor es
observar a los micromamíferos, cierto tipo de roedores, que prefieren hábitats
abiertos y secos, pueden invadir las áreas quemadas y desaparecer
posteriormente cuando el dosel vegetal se restablece, dando paso a otros
roedores y más lentamente insectívoros.
En cuanto a la avifauna,
uno de los grupos mejor estudiados, se encuentran los siguientes grupos de aves
de acuerdo a la dinámica que se observa después del incendio:
- Aves propias del bosque que desaparecen después del incendio.
- Aves propias de espacios abiertos, ausentes antes del incendio y que colonizan temporalmente áreas quemadas.
- Aves propias de matorrales que no desaparecen totalmente al primer año posterior al incendio y que después van incrementando en número.
- Aves que son se ven afectadas por las transformaciones del bosque.
Hay que destacar que los
incendios pueden afectar también a animales como los anfibios y peces, que en
principio pudiesen pasar desapercibidos por no ser muy abundantes las zonas
húmedas de las zonas quemadas o por pensar que, como pueden vivir o refugiarse
en el agua pueden salvarse.
Los incendios pueden
hacer que se pierda definitivamente el hábitat de los anfibios por colmatación
de las charcas con sedimentos o producir cambios momentáneos en la misma, por
pérdida de la vegetación, de recursos tróficos y cambios en el microclima, que
va a afectar de distinta manera a unas especies u otras.
Efectos de los incendios
sobre el suelo
El impacto que los
incendios ocasionan en los suelos y lo que sufre la vegetación es lo que más se
está investigando en España. La abundancia de los montes de suelos”
esqueléticos” y las mismas rocas aflorando en superficie nos sensibilizan por
la pérdida de esta capa de tierra fértil de lentísima regeneración y que
además, es el sustento del ecosistema forestal.
Uno de los factores
negativos más sobresalientes es la erosión de las partículas del suelo lo que
significa una pérdida irreparable del sistema edáfico. En España se puede
hablar de una pérdida media de 10 a 20 toneladas por hectárea y por año, si
bien en ciertos casos de pendientes más acusadas, estos valores se superan
hasta más de 80 tn/ha/año.
La pendiente, que
evidentemente no es modificada por el incendio, facilita el desplazamiento de
materiales, por lo que a mayores pendientes se van a producir mayores cuotas de
erosión.
La erosibilidad climática
o potencial erosivo de la lluvia dependerá de las distintas zonas geográficas.
En esta capacidad erosiva de la lluvia tenemos que tener en cuenta, por un
lado, la acción del impacto directo sobre el suelo, que depende de la
intensidad de la lluvia y, por otro lado, también influye la capacidad de
arrastre de partículas que depende básicamente de la cantidad de agua que
circula por escorrentía sobre la superficie.
El primero de estos
elementos (la intensidad de lluvia) no varía con el incendio pero el segundo
si, ya que después del incendio disminuye la conductividad hidráulica del
suelo.
Como resultado de esto,
en las zonas quemadas se reduce el agua que se infiltra y se incrementa el agua
de escorrentía.
El incendio produce
además la pérdida de ciertos elementos químicos del suelo por diferentes
procesos. Durante el mismo, se produce la volatilización de algunos de ellos,
afectando al nitrógeno; también se produce la pérdida de nutrientes por
emigración de las cenizas a la atmósfera en las corrientes ascendentes de la
quema.
Ahora bien, el proceso de
combustión de la materia orgánica produce la mineralización de la misma
pudiéndose ocasionar un incremento en la fertilidad del suelo por el incremento
de las formas asimilables de ciertos cationes, como también por un aumento de
pH.
Por otra parte, los
incendios pueden producir la esterilización del suelo, produciéndose con
posterioridad la recolonización por vía aérea. En este sentido las bacterias
parecen más resistentes que los hongos al igual que su actividad, puesto que se
recupera más rápidamente en los terrenos incendiados.
Efectos de los incendios
sobre la atmósfera y el clima
Los incendios contribuyen
al aumento de la contaminación atmosférica ya que, durante los mismos, se
liberan diferentes compuestos tanto carbonatados (CO2, hidrocarburos,
compuestos policíclicos…) como nitrogenados (NOx, HCN…) asi como partículas de
carbón y cenizas que ascienden en la columna de convección.
Entre estos compuestos
hay que destacar la acción nociva de los compuestos policíclicos, relacionados
con el cáncer y de las partículas de menor tamaño que se pueden depositar en
los pulmones ocasionando problemas respiratorios.
Además, los compuestos de
nitrógeno contribuyen a las lluvias ácidas y junto al CO2 afectan en el cambio
climático. Este último, físicamente está ocasionando el efecto invernadero.
Con relación al cambio
climático ocasionado por el CO2 hay que destacar que los incendios contribuyen
a desequilibrar el ciclo del carbono por 2 vías; por un lado, incrementan el
CO2 atmosférico como en cualquier otro proceso de combustión y también elimina
la cobertura vegetal, que mediante la fotosíntesis, se encarga de reducir ese
CO2 de la atmósfera.
En cuanto al clima,
además de esta incidencia en el cambio climático, los incendios determinan
claros cambios en el microclima de la zona afectada, sobre todo cuando supone la
destrucción de extensas áreas de bosques, ya que éste tiene sobre aquel una
clara función reguladora.
Artículo 164; Extinción de incendios
Artículo 166; Las 3 mejores innovaciones verdes de este año
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Es alucinante el poder destructivo de un incendio. A veces nos planteamos sobre lo que acaba de quemarse, pero no pensamos en como va a afectar esto a todo lo demás, a la alimentación de la fauna y flora que persiste. Yo vivo en el sur del país, bastante castigado este año por los incendios, y me temo, que no todos son por el efecto del calor, sino que ha habido algunos provocados. Sin comentarios, porque nos afecta a todo y todos.
ResponderEliminarSi... los incendios son brutales a la hora de destruir todo lo que hay a su paso y muchas personas sólo por querer causar eso o por ignorancia hacen auténticas barbaridades.
EliminarUn placer tenerte por aquí de nuevo. Un abrazo fuerte!
ME SIRVIO MUCHO
ResponderEliminarMuchas gracias, me alegro de que te haya servido.
EliminarUn saludo.