La naturaleza y su poder

El día 3 de marzo es el Día Mundial de la Naturaleza y desde aquí vamos a celebrarlo dando a conocer todo su poder.

La naturaleza sin duda tiene un poder devastador causado por volcanes, terremotos, inundaciones y toda clase de catástrofes naturales.

La frase de la película Spider-man “un gran poder conlleva una gran responsabilidad” no puede ser más cierta y eso mismo lo sabe muy bien la naturaleza. Por esto mismo, la naturaleza no sólo tiene el poder de la destrucción sino que también nos puede beneficiar.

Para ello, lo mejor es estar en contacto con ella, la naturaleza a cambio te proporcionará:

Favorece la recuperación física

La revista Science publicó hace años un artículo en el que explicaba como en un hospital había conseguido reducir el tiempo de recuperación de los postoperatorios y además habían ayudado a sus pacientes a que necesitaran menos medicamentos para el dolor entre otras ventajas.

La única diferencia de este hospital con respecto a otros es que este se encuentra en un entorno natural.

La naturaleza en su impacto en la salud

Los espacios naturales proporcionan la realización de la actividad física, pueden ayudar a los diabéticos a obtener niveles adecuados de glucosa en sangre, mejoran el sistema inmunológico e igualmente mejoran el estado de salud y las habilidades de vida de las personas con edad más avanzada.

Y es que estar dando un paseo por los espacios naturales puede incrementar nuestro potencial de salud y de buen carácter (que a más de uno le hace falta).

Cuestión de confianza

La rutina de realizar un paseo por zonas verdes como jardines, parques o bosques, tiene un efecto muy curioso y es que tiende a que seas más generoso y a confiar más en los demás.

Con más de una década de investigaciones, los científicos del Laboratorio de Paisaje y Salud de la Universidad de Illinois, EE.UU, concluyeron que la naturaleza es un componente esencial para obtener buena salud y ejerce un poder influyente en el comportamiento humano.

En dichos estudios, se explica que las personas que residen muy cerca de zonas verdes, son personas más generosas y sociables, además tienen fuertes lazos de vecindad social y un mayor sentido de comunidad, más confianza mutua y una mayor voluntad de ayudar a los demás.

Por otra parte, también tienen un nivel de agresividad más bajo y por el contrario un nivel de atención mucho más alto.

Sin embargo, en entornos con menos zonas verdes, el índice de violencia, crimen y delitos contra la propiedad es mayor.

Es decir, estar al aire libre, en contacto con la naturaleza, ya sea porque vives cerca o porque te gusta dar un paseo, contemplar sus paisajes, sus aromas, su amplia gama de colores cambiantes en las estaciones, etc. nos proporciona grandes beneficios físicos y mentales.

Concretando un poco más te puedo decir que:

Caminar nos ayuda a mejorar la circulación puesto que los músculos de las piernas bombean gran cantidad de sangre al corazón y con mucha fuerza, aumentando los niveles de oxígeno.

No obstante, si ese ejercicio lo hacemos en un parque, además de la mejora de la circulación tendremos un estímulo de la memoria y enfocaremos la atención.

De un simple paseo, sin agitación, caminando plácidamente y respirando de forma tranquila además de lo anterior obtendremos una mente libre de preocupaciones.

Por otro lado, el respirar aire puro nos revitaliza ya que este aire porta partículas vigorizantes que nuestro organismo absorbe no sólo de la respiración sino a través de las células de la piel.

La lluvia, tan necesitada y que nunca cae a gusto de todos es la causante en la mayoría de los casos de proporcionarnos ese aire puro que necesitamos ya que limpia la atmósfera.

Además, nos ayuda a liberarnos del estrés y frecuentes dolores de cabeza debido a que para muchas personas (me incluyo) el sonido de la lluvia es relajante.

Dicho esto, y volviendo a recordar que mañana es el Día Mundial de la Naturaleza, ve a pasear, contacta con tan valiosa y olvidada naturaleza.

No la “cabreemos” demasiado para que utilice su fuerza destructiva y amémosla más por esos “poderes curativos” que nos ofrece sin pedir nada a cambio.

Artículo 181; Restos de DDT en los ríos españoles

Artículo 183; Las formas del relieve costero