viernes, 23 de enero de 2015

Agricultura lunar

¿Alguna vez habéis oído decir a las personas más ancianas algo relacionado con la agricultura y la luna?

Si siembras cuando esta la luna llena crecerá más rápido, cuando cosechas es mejor que la luna este en cuarto creciente o si siembras cuando la luna esta de tal modo, te saldrán machos o hembras.

Cosas de estas siempre he oído y la verdad, no he prestado mucha atención porque parecen cosas supersticiosas o mágicas de la Edad Media que a día de hoy, te lo dicen pues personas de más de 80 años.


Aún así, la curiosidad mato al gato y he buscado el porqué se dice esto sobre la luna, y es que, en otras épocas más antiguas no tenían tantos avances científicos como los tenemos nosotros pero eran bastante observadores.

Cuando te dicen ese tipo de cosas y le preguntas ¿Por qué en luna llena crece antes el pimiento y no cuando es nueva? 
Realmente no te saben contestar porque lo hacen sin saber el motivo real, lo han ido aprendiendo a lo largo del tiempo y ahí se ha quedado.

Sin embargo no es nada mágico y tiene su toque científico que se basa en la atracción de la luna y la savia de la planta.

Esto quiere decir que realmente las fases de la luna tienen influencia en el cultivo o el crecimiento de las hortalizas, pero ¿cómo?



Para empezar, tenemos que saber cuáles son las fases de la luna o recordarlas más bien.


  • Cuando la Luna está entre la Tierra y el Sol, tiene orientada hacia la Tierra su cara no iluminada (novilunio o Luna Nueva). 
  • Una semana más tarde la Luna ha dado 1/4 de vuelta y presenta media cara iluminada (Cuarto Creciente).
  • Otra semana más y la Luna ocupa una posición alineada con el Sol y la Tierra, por lo cual desde la Tierra se aprecia toda la cara iluminada (Plenilunio o Luna Llena). 
  • Una semana más tarde se produce el Cuarto Menguante. Transcurridas unas cuatro semanas estamos otra vez en Novilunio”


Entonces cuando estamos en novilunio, es decir, en Luna Nueva, la intensidad de los rayos lunares tienen unos niveles bajos, como resultado se ha observado un lento crecimiento del sistema radicular y del follaje.

Parece ser que es el periodo de reposo de las plantas, donde se pueden adaptar al medio sin daño alguno.

Los agricultores aprovecharán la “adaptación” de la planta para hacer las podas, los abonados… es decir, las labores agrícolas, ya que la planta se adapta con mayor facilidad a los cambios y poder prepararse para la siguiente fase.

Una vez que la luz de la Luna se vaya haciendo más disponible, es decir, en Cuarto Creciente, las plantes tienen un crecimiento más estable, tanto para la raíz como para el follaje.

Esto es debido a que se producen movimientos ascendentes de agua, igual que las mareas, haciendo más disponible esta agua para las raíces.

Además, las semillas podrán absorber rápidamente el agua y germinan en un determinado tiempo, aunque también se tiene que tener en cuanto para eso, las condiciones climáticas y las del propio suele, también tienen que favorecer a la planta.

Esa es la razón por la cual las semillas de germinación rápida (hortalizas) que se siembran dos o tres días antes o a inicios de esta fase germinan más rápidas y en forma más homogénea que aquellas que se siembran en otros períodos.

Pasa el tiempo (Luna Llena) y sigue aumentando la luz lunar pero hay poco crecimiento de raíces y mucho del follaje.

Este es el tiempo perfecto para el trasplante porque las plantas tienden a crecer rápido y a producir mucho follaje.

Sin embargo, en el caso de que sean plantas que crezcan a través de trozos de tallo, no es conveniente córtalas en esta fase, ya que las hormonas que provocan el enraizamiento están diluidas con el agua, además de que esta agua se saldrá por el tallo cortado y provocará la deshidratación.

Por último, en Cuarto Menguante los rayos lunares empiezan a disminuir, aunque se ha visto un crecimiento rápido y vigoroso de raíces, por lo que es el momento perfecto para el trasplante.

Al existir poca cantidad de luz el crecimiento del follaje es lento, razón por la cual la planta puede emplear buena parte de su energía en el crecimiento de su sistema radicular. Con su raíz vigorosa y bien formada, la planta puede obtener nutrientes y agua suficientes para un crecimiento exitoso.



Si tenéis un huerto o un jardín, en vez de sembrar el día que sea, es mejor esperar y como no, echar un vistazo a la Luna.

Fuentes:
Jairo Restrepo Rivera. Ingeniero Agrónomo


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