Verano, altas temperaturas… parece que me repito al inicio de cada artículo.
Con más de una conversación y más de una noticia, el fuego también “compite” por estar en boca de todos en estas fechas tan señaladas, no sólo las vacaciones o la playa.
Y es que, con la llegada del verano y el calor, numerosos incendios se producen alrededor del todo el mundo.
Sólo en España en el año 2016 se han producido 8.817 incendios, siendo incluso una buena noticia ya que estos han descendido un 32% desde el 2006.
Además, en la siguiente tabla se ve la superficie afectada, tanto la total como por municipios. Como puedes observar la mayoría ocurren en los meses de verano.
Estos datos son aportados por el MAPAMA (Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente), descargártelo aquí y llegarás a ver más información por si te interesa.
Por esta misma razón he pensado en hacer, a lo largo de estas semanas, varios artículos relacionados con los incendios, de esta forma pretendo dar información relacionada para que tú y muchas personas más aprendan sobre los riesgos auténticos, y que no se ocasionen la mayoría de los incendios que son, por desgracia, provocados por gente ignorante y que lo único que quieren es hacer daño.
Causas de un incendio forestal.
Después de una breve introducción empezaré con lo que realmente quiero explicarte en este artículo, que son las causas de un incendio.
Para empezar, debemos analizar las características del fuego para averiguar las distintas causas que puede provocar un incendio.
Aunque la generación de un incendio pueda parecer fácil, no es así ciertamente. De hecho, tienen que ocurrir una serie de circunstancias específicas en el tiempo y en el espacio para que un fuego llegue a producirse.
Claro está que no es lo mismo decir incendio natural que incendio provocado.
Las características que determinan la aparición de cualquier fuego pueden verse muy bien con el conocido Triángulo de Fuego o Triángulo de Combustión.
Los elementos causantes de un fuego son:
- El combustible: puede ser líquido, sólido o gaseoso. Para un incendio forestal el combustible perfecto es la biomasa.
- El Comburente (oxígeno): que no es más que el agente que se encarga de la oxidación del combustible.
- La Energía de activación (calor): que hará que el fuego se origine.
Control del calor producido en un incendio forestal.
Por tanto, si reducimos la cantidad de calor presente en un incendio forestal conseguimos disminuir la intensidad del fuego con lo que tendrá dificultades de propagación, factor importante para evitar más daños innecesarios.
La estrategia a seguir con la eliminación de calor de un incendio es añadir al fuego un compuesto que sea capaz de capturar todo o parte del calor disponible en el fuego.
¿Sabes qué compuesto es ése? Quizás sea un poco trampa definirlo de esta forma, me refiero al agua, la cual permite por sus características una mayor adsorción de energía térmica que origina su cambio de estado.
Sin embargo, como es un recurso escaso, en los últimos años se están desarrollando otros tipos de compuestos gaseosos y sólidos, en forma de polvos, que tengan la misma o más capacidad de adsorción que el agua.
También debemos de tener en cuenta: Contenido calórico y de humedad.
El contenido calórico por unidad de masa es el parámetro que determina la energía disponible en el combustible existente.
El contenido en humedad está relacionado directamente con su poder calórico.
Esto se traduce en que mientras mayor sea el porcentaje de humedad menor será la eficiencia de la combustión, debido a que una gran parte del calor liberado en el incendio se usa para evaporar agua y reduciéndose la eliminación química del combustible.
Por otra parte, el poder calorífico se define como el calor desprendido por kilogramo de combustible en combustión completa a una presión constante de 1 kg/cm2.
Significa que, tras un incendio, cualquier residuo que posea un poder calorífico superior a 3.200 kcal/kg puede ser una fuente de energía e incrementar de nuevo el calor, y así volver a producirse el incendio.
Control del combustible en un incendio forestal.
Como he mencionado anteriormente, en un espacio natural el combustible perfecto es la biomasa, que se refiere a toda la materia orgánica que proviene de árboles, arbustos y cualquier tipo de vegetación.
Por supuesto, la disponibilidad del combustible en el entorno natural variará de una región a otra por el clima, el tipo de suelo, la geografía, las actividades productivas del lugar e incluso la densidad de la población.
Las fuentes más importantes de biomasa son los espacios forestales y agrícolas que, desafortunadamente, producen residuos que son abandonados en el campo.
Esto es una verdadera lástima, ya que no sólo se incrementa la probabilidad de un incendio, sino que la biomasa (o en este caso llamada combustible) se puede utilizar para diversas funciones y una de ellas es para el aprovechamiento energético (si quieres conocer más del tema puedes leer el artículo “Energías Renovables: La Biomasa).
En la industria agropecuaria, por ejemplo, los procesos de secado de grano generan subproductos que son usados para la generación de calor en sistemas de combustión directa.
Ésta es una de muchas soluciones para los problemas de incendios forestales originados, en mayor medida, por el incorrecto tratamiento de estos “residuos” abandonados en el campo.
Puesto que un incendio forestal necesita de una gran cantidad de combustible para poder propagarse, si no tiene el acceso a ese combustible es evidente que el fuego se detendrá rápidamente.
Esto se consigue a través de quemas controladas y cortafuegos, he aquí la razón de las comillas en procesos “naturales” puesto que esto es lo que oficialmente se dice, pero para mí desde luego no es muy natural.
La quema controlada se hace cuando ya hay un riesgo muy alto de incendio y siempre se deben de hacer bajo la supervisión y las técnicas más adecuadas para llevarla a cabo, como ir descendiendo desde las zonas más altas a las más bajas y tener muy en cuenta la dirección del viento. Lo que se pretende no es causar un incendio.
Asimismo y de forma complementaria en zonas especialmente sensibles a la propagación de incendios se realizan los cortafuegos, que consisten en eliminar completamente la vegetación en una franja de terreno para que el fuego no disponga de combustible y pueda acceder a otras áreas.
Control del comburente en un incendio forestal.
El comburente o agente oxidante en estos casos es el oxígeno por excelencia.
Eliminar el oxígeno de grandes superficies es prácticamente imposible pero sí eliminarlo en pequeñas zonas.
Para esto se emplean medios físicos (mediante golpeo) para aislar el fuego de una parte del oxígeno circundante, lo que provoca una extinción inmediata del mismo.
Bomberos utilizando el "batefuegos" para golpear el fuego y conseguir extinguirlo |
Artículo 158; EcoTurismo, una nueva forma de hacer turismo
Artículo 160; Causas de un incendio forestal II
Interesante y amplio post Daniel.
ResponderEliminarGracias por la información :)
Muchas gracias Carmen, me alegro de que te haya gustado y espero que encuentres interesantes los futuros post ^^
EliminarUn fuerte abrazo!
Quema controlada y cortafuegos de tierra... Dos muy buenas opciones para prevenir grandes incendios forestales, dos muy buenas y sencillas actividades que se pueden realizar como prevención de catástrofes en decenas de miles de hectáreas ¿porque no se hace en lugares donde ya han pasado varios mega-incendios forestales? digo, por lo visto esto es básico y es lo primero que omiten... uhy que coraje tengo... ¬¬
ResponderEliminarEn fin... u.u
A mi también me da coraje ese tipo de cosas pero supongo que será el gobierno el que tendrá que dar el visto bueno a esas actividades y como lo más normal es que pasen del tema que no les interesa...
EliminarUn fuerte abrazo y un besazo!!